El azul de metileno, componente principal de la hidroxicloroquina y la cloroquina, se emplea comúnmente en el tratamiento de enfermedades como la malaria y el COVID-19, siendo un recurso fundamental en las salas de emergencia hospitalarias debido a su efectividad como antídoto ante venenos metabólicos que pueden interferir con el transporte de oxígeno en el organismo, como el monóxido de carbono o el cianuro.

Mecanismos Neuronales y Producción de Energía

Experto en el tema, el Dr. Francisco Gonzalez-Lima ha investigado ampliamente sobre el azul de metileno, destacando su capacidad para mejorar la respiración mitocondrial y el metabolismo energético cerebral. Esto no solo contribuye al rendimiento cognitivo, sino que también ayuda a prevenir la neurodegeneración al mejorar el flujo sanguíneo y la función de la memoria. Una de las particularidades de este compuesto es su acción a nivel de electrones, funcionando como una especie de batería que, a diferencia de otros compuestos similares, no produce oxidación dañina.

Mejora de las Mitocondrias

El adecuado flujo sanguíneo cerebral es esencial para la salud del cerebro, ya que la hipoperfusión crónica puede contribuir a problemas de neurodegeneración y memoria. 

Funciones Mitocondriales

El azul de metileno interviene en los procesos de la cadena de transporte de electrones en las mitocondrias, previniendo posibles bloqueos o deterioros. Las dosis bajas de este compuesto promueven un consumo óptimo de oxígeno, mejorando la respiración mitocondrial y aumentando la producción de ATP, lo que lo convierte en un potenciador metabólico además de un antídoto para venenos metabólicos y otros procesos inhibidores. Además, activa la vía Nrf2, la cual induce la transcripción de enzimas citoprotectoras que protegen al organismo contra el estrés oxidativo.

Gonzalez-Lima también explica que aunque tiene varios mecanismos de acción, una característica única es que actúa a nivel de electrones. Y explica:

“Nuestro cuerpo utiliza electrones como parte de la cadena de transporte de electrones que ocurre dentro de las mitocondrias, y los que se mueven lo largo de las mitocondrias, se generan a partir de donantes que producimos con los alimentos que comemos.

La única forma en la que los alimentos que comemos contribuyen a la energía es al producir donantes de electrones. Donan estos electrones al transporte de electrones dentro de la mitocondria. El último aceptor de electrones en la naturaleza es el oxígeno. Es por eso que el proceso de quitar electrones de un compuesto se conoce como oxidación.

En las mitocondrias, este proceso se denomina fosforilación oxidativa. El transporte de electrones se combina con la fosforilación de la adenosina para producir la molécula de trifosfato de adenosina (ATP, por sus siglas en inglés). El azul de metileno es un termociclador de electrones. Es un compuesto autooxidante.

Entonces, el azul de metileno dona sus electrones a la cadena de transporte de electrones, obtiene electrones de los compuestos circundantes y mantiene el consumo de oxígeno y la producción de energía. Al hacer esto, ayuda a que el oxígeno se reduzca en el agua.

Por lo que se convierte en dos cosas que muchas veces no se encuentran juntas. Actúa como un antioxidante, ya que el oxígeno se neutraliza en el agua al donar electrones para el transporte de electrones y, además, produce energía, porque cuando las bombas de transporte de electrones se mueven a lo largo de la fosforilación oxidativa, existe una mayor formación de ATP.

A menudo, tenemos cosas que mejoran el metabolismo energético, pero luego provocan estrés oxidativo. Pero con el azul de metileno, ese no es el caso.

Puede aumentar las tasas de consumo de oxígeno, aumentar la producción de ATP para el metabolismo energético y, al mismo tiempo, reducir el estrés oxidativo que, por supuesto, provocará un menor daño oxidativo a nivel de las mitocondrias y luego a nivel de las otras partes de las células, y en algún momento membranas de las células, y reacciones que son cascadas de este daño oxidativo”.

Es decir, actúa como una batería, pero a diferencia de otros compuestos que hacen lo mismo, no causa oxidación dañina en el proceso.

Precauciones

A pesar de su seguridad, el azul de metileno tiene algunas contraindicaciones, como la deficiencia de G6PD o la interacción con inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Sin embargo, el riesgo asociado a estas interacciones es mínimo y está más relacionado con la administración de dosis altas. Es importante destacar que la advertencia sobre los ISRS se basa en casos específicos y no se ha encontrado evidencia de interacciones con dosis terapéuticas por vía oral.

Dosificación

Las dosis de azul de metileno varían según el propósito del tratamiento. Como norma general, se recomienda una dosis entre 0.5 y 4 miligramos por kilogramo de peso corporal, aunque para la salud cerebral y el tratamiento de la demencia, la dosis sugerida por Gonzalez-Lima oscila entre 0.5 mg y 1 mg por kg diario, o según sea necesario.

En un estudio citado abajo, las dosis de MB (0,5 y 1 mg/kg en humanos; 2 y 4 mg/kg en ratas; iv) indujeron reducciones en el flujo sanguíneo cerebral (FSC) global en humanos (F(1,74, 12,17)5,82, p = 0,02) y ratas (F(1,5)26.04, p = 0.0038). La tasa metabólica cerebral humana de oxígeno (CMRO2) también se redujo significativamente (F(1.26, 8.84)8.01, p = 0.016), al igual que la tasa metabólica cerebral de glucosa en ratas (CMRglu) (t = 2.6(16) p = 0.018) . Esto era contrario a nuestra hipótesis de que MB aumentará el FSC y las métricas de energía. Sin embargo, nuestros resultados fueron reproducibles entre especies y dependientes de la dosis. Una posible explicación es que las concentraciones utilizadas, aunque clínicamente relevantes, reflejan los efectos horméticos del MB, es decir, concentraciones más altas producen efectos inhibidores en lugar de efectos de aumento en el metabolismo. Además, aquí utilizamos voluntarios sanos y ratas sanas con un metabolismo cerebral normal donde la capacidad de MB para mejorar el metabolismo cerebral podría ser limitada.

Elección del Producto

Es crucial utilizar el azul de metileno de grado farmacéutico para fines medicinales, evitando el consumo de otras formas menos puras que pueden contener impurezas dañinas. Este tipo de azul de metileno, marcado como USP, garantiza una pureza del 99% o más. Además, su absorción puede facilitarse mediante la ingestión de ácido ascórbico. 

Es fundamental consultar con un profesional de la salud antes de iniciar cualquier tratamiento con azul de metileno.

Algunos Estudios y Sitios de Interés

Xue H, Thaivalappil A, Cao K. The Potentials of Methylene Blue as an Anti-Aging Drug. Cells. 2021 Dec 1;10(12):3379. doi: 10.3390/cells10123379. PMID: 34943887; PMCID: PMC8699482.

Rodriguez P, Singh AP, Malloy KE, Zhou W, Barrett DW, Franklin CG, Altmeyer WB, Gutierrez JE, Li J, Heyl BL, Lancaster JL, Gonzalez-Lima F, Duong TQ. Methylene blue modulates functional connectivity in the human brain. Brain Imaging Behav. 2017 Jun;11(3):640-648. doi: 10.1007/s11682-016-9541-6. PMID: 26961091; PMCID: PMC5018244.

Julio C. Rojas, Aleksandra K. Bruchey, F. Gonzalez-Lima. Neurometabolic mechanisms for memory enhancement and neuroprotection of methylene blue, Progress in Neurobiology. Volume 96, Issue 1, 2012.

Nisha Singh, Eilidh MacNicol, Ottavia DiPasquale, Karen Randall, David Lythgoe, Ndabezinhle Mazibuko, Camilla Simmons, Pierluigi Selvaggi, Stephanie Stephenson, Federico E Turkheimer, Diana Cash, Fernando Zelaya, and Alessandro Colasanti.  The effects of acute Methylene Blue administration on cerebral blood flow and metabolism in humans and rats. Journal of Cerebral Blood Flow & Metabolism. Volume 43. First published online February 21, 2023.