La astaxantina fue descubierta por Richard Kuhn en 1930, pero sus impresionantes propiedades antioxidantes han sido reconocidas plenamente solo en tiempos recientes.
Conocida como el «Rey de los Carotenoides», esta sustancia natural se encuentra en un tipo específico de microalgas y en ciertos animales marinos. Una de las características más destacadas de la astaxantina es su potencia: es 550 veces más fuerte que la vitamina E y 6000 veces más poderosa que la vitamina C.
Incorporar astaxantina regularmente en tu dieta podría ayudarte a reducir el riesgo de inflamación en el sistema cardiovascular. En un estudio, los participantes que tomaron 12 miligramos de astaxantina al día vieron una reducción en los niveles de proteína C reactiva, un marcador clave de inflamación en el cuerpo.
Los antioxidantes juegan un papel crucial en tu salud al protegerte de los radicales libres, moléculas que pueden interferir con la función de tus órganos y causar daños. Muchas personas buscan aumentar su consumo de antioxidantes conocidos, como la vitamina C, la vitamina E y flavonoides de origen vegetal. Sin embargo, a veces estos no son suficientes. ¿Qué pasa si hay un antioxidante que supera a todos los demás? La respuesta no está en un vegetal o fruta, sino en las profundidades del océano: la Astaxantina.
Este antioxidante es el responsable del color rosado de la carne de salmón, cangrejo, langosta y camarones.
¿Cómo elegir la mejor astaxantina?
Probablemente hayas visto suplementos de astaxantina en tu tienda de productos naturales. Es importante que leas las etiquetas cuidadosamente, ya que algunos de estos suplementos contienen ingredientes sintéticos, derivados de petroquímicos obtenidos del petróleo y gas natural, los cuales deberías evitar. Para asegurarte de obtener astaxantina de alta calidad, busca aquella que provenga de la microalga Haematococcus pluvialis. Estas algas producen astaxantina cuando su suministro de agua se agota, activando un modo de supervivencia que les permite protegerse de la luz solar, la radiación ultravioleta y la falta de nutrientes.
Además, puedes encontrar astaxantina de forma natural en varios alimentos, especialmente en mariscos que consumen microalgas, como:
- Salmón silvestre de Alaska
- Kril
- Camarones o langostinos.
- Langosta
- Cangrejo de río
- Truchas
La Astaxantina está disponible en diferentes dosis. Si decides optar por suplementos, asegúrate de que el producto provenga de microalgas Haematococcus pluvialis y no de petroquímicos, para disfrutar plenamente de los beneficios auténticos de este poderoso antioxidante.
Astaxantina y Evidencia Científica hasta Hoy.
La astaxantina es un antioxidante que podría convertirse en uno de tus mejores aliados para la salud. Su capacidad para combatir el daño oxidativo es impresionante: es 550 veces más potente que la vitamina E y 6000 veces más fuerte que la vitamina C, superando también a otros antioxidantes como la zeaxantina, luteína, cantaxantina y betacaroteno.
La investigación ha mostrado que la astaxantina tiene el potencial de ofrecer numerosos beneficios para la salud. Por ejemplo, se ha observado en estudios con animales que puede proteger el sistema digestivo; en ratas con úlceras gástricas, la astaxantina demostró tener efectos protectores importantes. Además, hay evidencia de que podría reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares al disminuir los niveles de inflamación. Un estudio encontró que los participantes que consumieron 12 miligramos de astaxantina al día redujeron significativamente la proteína C reactiva, un marcador clave de inflamación. En otro estudio, la administración de astaxantina en ratas con miocardia resultó en infartos de menor tamaño.
Este antioxidante también podría ser útil en la protección de la audición. Se ha descubierto que la astaxantina aumenta los niveles de neurotrofina-3 (NT3), una proteína clave en la comunicación entre los oídos y el cerebro. En un experimento con ratones, la astaxantina ayudó a revertir la pérdida de audición, lo que sugiere un posible beneficio para la salud auditiva.
Además, la astaxantina podría tener un papel importante en el control de la diabetes. La investigación sugiere que este antioxidante ayuda a reducir el estrés oxidativo en las células del páncreas, causado por altos niveles de azúcar en sangre. También parece mejorar la glucosa y los niveles de insulina en el cuerpo.
Otro de los beneficios potenciales de la astaxantina es su capacidad anticancerígena. Se ha demostrado que este antioxidante puede inhibir el daño oxidativo a las células, lo que reduce la mutagénesis y carcinogénesis, y ayuda a restaurar la comunicación celular, frenando así la proliferación de tumores. Un ejemplo de esto se observó en células de cáncer de colon humano, donde la astaxantina inhibió su desarrollo.
La astaxantina también puede ser beneficiosa para tu sistema inmunológico. Comparada con el betacaroteno, este antioxidante ha mostrado tener efectos inmunomoduladores superiores, con una mayor producción de anticuerpos y una reducción de la respuesta inmunológica humoral, lo que fortalece la defensa del cuerpo contra las enfermedades.
Por último, la salud ocular y cerebral también podrían beneficiarse con la astaxantina. Algunos estudios indican que podría proteger los ojos de afecciones como cataratas, glaucoma, retinopatía diabética y degeneración macular relacionada con la edad. Además, gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, se sugiere que la astaxantina podría apoyar la salud cerebral. Un estudio encontró que personas mayores que tomaron 12 miligramos de astaxantina durante 12 semanas mejoraron su función cognitiva y psicomotora.
¿Efectos Adversos?
Una de las características más notables de la astaxantina es su seguridad, incluso en dosis muy altas. Investigaciones han demostrado que se puede consumir hasta 500 miligramos al día sin problemas graves. El único efecto secundario observado es un leve enrojecimiento de la piel, que puede aparecer si se incrementa la dosis. Aun así, siempre es recomendable consultar con un médico antes de comenzar a tomar cualquier suplemento, incluyendo la astaxantina, para abordar cualquier preocupación que puedas tener y revisar cada caso en particular.
Aunque los suplementos de astaxantina pueden ser una excelente manera de mejorar tu salud, obtenerla directamente de los alimentos podría ser una opción aún mejor. Los estudios sugieren que consumir astaxantina en su forma natural, a través de alimentos como el salmón, las truchas y otros mariscos, podría ofrecer beneficios más completos y equilibrados para tu bienestar general. Si bien los suplementos son efectivos, optar por fuentes naturales podría potenciar aún más los efectos positivos de este potente antioxidante.
Referencias
- Fassett, R. G., & Coombes, J. S. (2011). Astaxanthin: A potential therapeutic agent in cardiovascular disease. Marine Drugs, 9(3), 447-465. https://doi.org/10.3390/md9030447
- Hussein, G., Sankawa, U., Goto, H., Matsumoto, K., & Watanabe, H. (2006). Astaxanthin, a carotenoid with potential in human health and nutrition. Journal of Natural Products, 69(3), 443-449. https://doi.org/10.1021/np050354+
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- Spiller, G. A., Dewell, A. (2003). Safety of an astaxanthin-rich Haematococcus pluvialis algal extract: A randomized clinical trial. Journal of Medicinal Food, 6(1), 51-56. https://doi.org/10.1089/109662003765184741